En el pasado, el populismo ha sido asociado a movimientos profundamente antidemocráticos como el fascismo o el nacional-socialismo.
El populismo moderno, sin embargo, ha logrado acomodarse al funcionamiento de las instituciones democráticas y ya no propone abolir el sistema sino acomodarlo para que produzca “lo que el pueblo” quiere. Esto implica asumir que el pueblo es uno y que habla con una sola voz, la que escucha el líder.
Claramente, esta concepción va en contra del funcionamiento básico de una democracia moderna y del rol que la política debe jugar en ella, basada en la búsqueda de consensos y compromisos entre posiciones diferentes, la necesidad de entender la posición del adversario y las dificultades inherentes a la implementación de soluciones complejas para abordar los problemas sociales.
Por eso justamente resulta crítico trabajar activamente para cerrar una brecha crítica de la democracia representativa; la que existe entre los representantes políticos y sus representados. Es necesario reformular los canales y mecanismos de participación política para garantizar mayor interacción ciudadana de una manera moderna, usando todo el poder de las nuevas tecnologías.
Los canales de participación política del siglo XXI deben poblarse de nuevos instrumentos, incluidos internet y las redes sociales, que esconden un potencial y alcance que ni siquiera podemos vislumbrar en estos primeros años de experimentación social y política.
Esta reingeniería de los canales de participación política deberá basarse en un ejercicio del poder más abierto, inclusivo y participativo, lo cual requerirá el fortalecimiento de los derechos civiles y políticos de la gente y la descentralización de autoridad y responsabilidades, con la correspondiente transferencia de recursos a los niveles de la administración política más próximos al ciudadano.
Este debería ser el concepto que describa la “nueva política”. No podemos pensarla como un conjunto de “celebrities” con mayor o menor experiencia sino que tenemos que anclarla en el desarrollo de nuevas instituciones que aseguren una mayor y mejor participación ciudadana.
