¿Nos encontraremos en la próxima década con el futuro de la movilidad?
Hace unas semanas, de visita en California para ofrecer unas conferencias, me topé con los servicios de movilidad que ofrece Waymo en las calles de San Francisco. Por la misma razón visité varias ciudades de China unas semanas más tarde, para comprobar que también cuentan con servicios de movilidad bien desarrollados.
El interés del público y de los fabricantes de vehículos en estos sistemas no es nuevo. Todo comenzó con el desarrollo de los llamados “sistemas de asistencia al conductor” a mediados del siglo XX, con el “sistema crucero” (1948) para fijar la velocidad del automóvil en travesías largas, permitiendo descansar el pie que utilizamos para controlar la velocidad.
Más tarde, en 1984, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA, por sus siglas en inglés) lanzaría dos desafíos (en 1984 y 2005) para que los desarrolladores de sistemas avanzados de asistencia al conductor presentaran sus proyectos y probaran su funcionamiento.
Desde entonces, y hasta comienzos de la década actual, grandes empresas dedicaron recursos millonarios a transformar la industria automotriz en un proveedor de servicios. En un proceso análogo al que viven otros sectores productivos, en lugar de producir vehículos para uso personal, la industria proveería servicios de movilidad.
Por eso se dice que el actual, es el mayor proceso de transformación de la historia de la industria. Los automóviles eléctricos y autónomos eran una quimera hace pocos años y la seguridad automotriz consistía en reducir las consecuencias de los accidentes. Hoy, los autos eléctricos son populares, los autónomos prestan servicios en Estados Unidos y China (y pronot en otras latitudes) y los sistemas de seguridad de los vehículos estan dedicados a prevenir accidentes.
La arquitectura de los vehículos autónomos se apoya en un trípode integrado por sensores, radares y tecnología para detección y medición de luz (LIDAR por sus siglas en inglés). Estos tres elementos, combinados con un software determinado, determinan el nivel de seguridad con el que opera un vehículo autónomo.
El grado de autonomía del vehículo sigue una convención establecida por la Sociedad de Ingenieros de Automóviles (SAE, por sus siglas en inglés) que registra 5 niveles de autonomía.En el nivel 0 un conductor es responsable por controlar y supervisar el vehículo. Cuando se utilizan distintos sistemas de asistencia al conductor, como el control de velocidad de crucero se pasa al nivel 1. La intervención de sistemas que controlan también el volante (tales como los que avisan con una pitido cuando nos desviamos del carril o los volantes que se endurecen y resisten los movimientos bruscos al cambiar el carril de conducción en una autopista clasifican los vehículos en los niveles 2 y 3.
Los niveles SAE 4 y 5 están reservados para los vehículos controlados por el sistema autónomo que los gobierna, con muy poca o nula intervención del conductor humano.
Aunque aún es temprano para que subirse a un “robotaxi” sean una cosa común, el mercado de la movilidad autónoma crece rápidamente. McKinsey ha publicado reportes estimando que se trata de un mercado que podría generar ingresos por U$ 300 o 400 billones en 2035.
Además de Waymo que ofrece taxis sin conductor en San Francisco, Los Ángeles (California) y Phoenix (Arizona) y Cruise (GM), que también opera en esta última ciudad, así como en Dallas y Houston (Texas) e incluye servicios de entrega a domicilio, una docena de otras empresas están ofreciendo servicios de movilidad en Estados Unidos y China, o se disponen a hacerlo.
Por ejemplo, Poni.ai, ha recibido una inversión del Neom Investment Fund para desembarcar allí y en los países árabes y ha firmado acuerdos para ofrecer sus servicios de movilidad en Luxemburgo.
Zoox, declara construir robo-taxis, “para pasajeros, no conductores”; fue autorizada en 2023 por el Departamento de Vehículos a Motor de Nevada para ofrecer servicios (basados en un “robotaxi” eléctrico sin volate o pedales para su comando) en las calles públicas.
En 2023, Autora Innovation (originaria de Pittsburg, Pensilvania) lanzó una conexión entre Dallas y Houston (Texas) para sus camiones autónomos y los probó durante este año, viajando a una velocidad de 65 millas por hora. Planea lanzar su operación comercial de transporte autónomo a fines de este año.
AutoX es la segunda compañía en obtener una licencia para operar robotaxis en California y opera este servicio en vías públicas en Shenzhen y Shanghai. Nuro, por su parte, opera vehículos autónomos en California y Texas. Otra empresa, May Mobility, está ofreciendo servicios de movilidad del mediados de este año en Eden Prairie, Minnesota, asociada a SouthWest Transit (la agencia de tránsito que sirve la región metro sud occidental de Mineápolis).
Tesla anunció muy recientemente que lanzará al mercado un robotaxi llamado Cybercab, que costará menos de U$ 30.000, así como una “robovan” que podría trasladar hasta 20 personas antes de 2027. Los vehículos no tendrán volante ni pedales.
Aptiv en Irlanda, Valeo en Francia y VolvoCar Corporation en Alemania son otras empresas listadas entre los actores claves del mercado. A ellas se suma Mobileye (Intel) de Israel, Yandex Self Driving Group de la Federación Rusa Y Hyndai en Corea del Sur.
Hace un par de meses Reuters reportó que Build Your Dreams (BYD), el gigante chino de autos eléctricos firmó un acuerdo con Huawei para utilizar su software de conducción autónoma (Quiankun).
Changan, el fabricante de automóviles de Chongqing, obtuvo 17 licencias para vehículos nivel SAE 3 en 2023 y participa activamente de la carrera por el desarrollo de vehículos autónomos. Guangzhou Automobile Group por su parte, promociona el EMPOW, como el primer modelo Deportivo que opera sobre el Sistema de conducción inteligente ADiGO.
En China, Baidu es probablemente el actor clave de la industria, con más de 400 de sus robotaxis Apollo Go en la ciudad de Wuhan desde 2022 y planes para alcanzar las 1000 unidades a fines de este año. Ya extendió sus servicios a otras 10 ciudades y, prestigiosas publicaciones como The Economist, consideran que Baidu aventaja a Tesla.
De acuerdo con Fortune Business Insights, el tamaño del mercado mundial de vehículos autónomos se valoró en 1.500,3 mil millones de dólares en 2022 y se prevé que crezca de 1.921,1 mil millones de dólares en 2023 a 13.632,4 mil millones de dólares en 2030, con una CAGR del 32,3 % en ese período.