En el futuro, tendremos que enfrentar problemas conocidos como la pobreza, la falta de alimentos y la demanda de energía, así como los nuevos desafíos planteados por la escasez de agua, la destrucción de la biodiversidad asociada con el deterioro del medio ambiente (en una escala sin precedentes), el aumento y movilidad de la población mundial y los problemas morales relacionados con la aplicación de las nuevas tecnologías a las ciencias de la salud.
Por primera vez, el mundo tiene alrededor de mil millones de personas mayores de 60 años, capaces de vivir de manera saludable y plena la tercera etapa de su vida.
Su concentración relativa en las economías más avanzadas crea nuevos patrones laborales y nuevos mercados, además de plantear una serie de desafíos fiscales en sus países para financiar esa longevidad con los beneficios relacionados con la salud del llamado “Estado de Bienestar”.
No necesariamente será un mundo más “adulto”. En el año 2000, el planeta estaba habitado por 6.100 millones de habitantes, que en 2012 ya se habían convertido en 7.000 millones. El 43% tenía menos de 25 años (en algunos países esa proporción llega incluso al 60%) y la mayoría de ellos vive en economías emergentes.
El crecimiento de la población se acelerará en los próximos años, así como laproporción de la población joven, mientras que las personas continuarán emigrando a las ciudades.
¿Cómo vamos a crear empleo y garantizar el acceso a la educación, la salud y una vida digna para aproximadamente 8 mil millones de personas a partir de 2020?
Será difícil encontrar las respuestas en la economía del siglo XX. Sus sectores emblemáticos (como la automoción, la electrónica, etc.) han alcanzado la madurez tecnológica y necesitan menos mano de obra que antes.
Los nuevos sectores emblemáticos (biotecnología, energías renovables, etc.) y los nuevos modelos de negocios (como las cadenas de valor globales en servicios basados en el conocimiento, crowdsourcing, etc.) activados por los últimos avances tecnológicos están revolucionando las formas de trabajar y producir mediante la promoción de un nuevo grupo de empresarios, cuya presencia es cada vez más relevante para desarrollar nuevos negocios y comercios, así como en el ejercicio de tareas sociales e, incluso, en la gestión del sector público.