Con tanta gente conectada en tantos lugares el futuro tendrá la sociedad civil más activa, abierta y globalizada que el mundo haya conocido jamás.
Hoy tenemos ya 5000 millones de conexiones de internet. Como las personas tienen más de un aparato (teléfono, tablet, computadora, etc.) conectado ese número representa algo más de 2000 millones de usuarios según los expertos.
Se espera que en los próximos cinco años el número de conexiones a la red se duplique por lo menos y que en una década más tengamos unos 7000 millones de personas conectadas a la red.
Este proceso ha llevado a algunos analistas a describir el escenario para la acción política moderna como una “plaza pública virtual”, donde ciudadanos cada vez más informados discuten prioridades y problemas sociales. Es una definición interesante porque parece recrear la “Plaza de Atenas”, el locus original de la participación ciudadana en la política de la Grecia antigua.
Esa parece ser la dirección en que se mueven millones de personas auto-convocadas a través de las redes sociales alrededor del planeta. Desde las protestas contra la Globalización, contra la Organización Mundial de Comercio, el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial de fines del siglo XX hasta las manifestaciones en el mundo árabe de comienzos de 2011, las movilizaciones de los indignados europeos y norteamericanos de 2011 y 2012, incluidas las demostraciones masivas en Brasil, Chile, Argentina o Perú en 2013. En un hecho sin precedentes, las protestas se organizaron espontáneamente sin liderazgos personales o políticos definidos.
En Octubre de 2012, por ejemplo, utilizando las redes sociales para coordinarse y comunicarse, los manifestantes se reunieron contra la crisis global el mismo día en 950 ciudades de 82 países. Se trata, tal vez, de la primera protesta de carácter verdaderamente global y colectivo.
Estos movimientos se han multiplicado y expandido en los últimos años, alcanzando proporciones mayores y una gran intensidad. ¿Como canalizar esa energía positivamente usando las nuevas tecnologías para modernizar las instituciones democráticas?