El lenguaje, la rueda, la pólvora, el arado, la imprenta, la electricidad, el teléfono, la penicilina. Los historiadores no se ponen de acuerdo. ¿Cuál fue el invento más importante? ¿Cuál fue el más transformador?
Si evaluáramos por su utilidad, lo cierto es que ninguna otra creación tuvo tanta incidencia sobre la calidad de vida como la máquina de vapor. Al sustituir el uso de la energía humana y animal, y multiplicar hasta el infinito la fuerza del músculo, la aparición de la máquina de vapor cambió sustancialmente la línea histórica de la humanidad.
Hoy estamos viviendo otro salto radical en la historia del hombre: la máquina de vapor de nuestra era es la revolución de la informática y las comunicaciones. Así como las máquinas potenciaron la fuerza de nuestros músculos, las computadoras e internet están llevando hasta límites insospechados la capacidad de nuestro cerebro, tal como lo plantean los catedráticos del MIT Brynjolfsson y McAfee en “La segunda era de las máquinas”.
Se espera que en los próximos cinco años el número de conexiones a la red se triplique, y que en una década más tengamos unos 7000 millones de personas conectadas. Este fenómeno está modificando todos los ámbitos de funcionamiento de la sociedad, creando nuevas formas de trabajo y nuevos empleos, nuevos modelos de negocios, nuevos relacionamientos en la sociedad y nuevas formas de expresión social.
Así como ocurrió con la Revolución Industrial, el progreso en la “era del conocimiento” trajo y traerá nuevos problemas e inmensos desafíos.
Si retrocediéramos hasta el año 2000 e intentáramos pronosticar lo que pasaría en términos económicos, culturales y tecnológicos en los siguientes quince años, nos resultaría casi imposible predecir los múltiples desarrollos que tuvieron lugar.
¿Quién hubiese imaginado por entonces el enorme desarrollo de las redes sociales, cuando aún no se habían creado siquiera Facebook o Twitter? ¿Cuántos creían que Corea sería la gran potencia tecnológica que es y que China le pisaría los talones a Estados Unidos como la primera economía del mundo? ¿Quién podía sospechar que se terminaría de cartografiar el mapa genético? ¿Cómo adivinar que llegaríamos a 2015 con más teléfonos celulares que personas en el mundo?