Cambio. Futuro. Soluciones. Esos son los temas que obsesionan a la gente en cualquier lugar del mundo. Su curso y desenlace definirán los contornos de la sociedad del futuro.
Son temas urgentes que demandan nuestra atención como nunca antes y que nos obligan a abordarlos poniendo en el centro de la escena al ser humano, expandiendo sus derechos civiles y políticos para fortalecer el sistema democrático, muchas veces secuestrado por burocracias políticas, empresariales y sindicales.
Un aspecto crucial de este proceso se vincula al fortalecimiento de la calidad del sistema educativo, para que cada persona pueda asumir los valores y adquirir las habilidades que un futuro de cambios nos demandará en un nuevo y competitivo mercado de trabajo.
Para enfrentar los tiempos modernos debemos ser capaces de catalizar un proceso de cambio que tiene lugar en el mundo, adaptándolo a nuestra realidad y generando soluciones concretas para vivir mejor en el futuro.
Por eso, un tema central de mi trabajo es el cambio y, sobre todo, la necesidad de adoptar una actitud positiva frente a este; acerca de la conveniencia de aprovecharlo para alcanzar nuestros objetivos y la insensatez de resistirlo, así como de utilizar su dinámica para transformar problemas en oportunidades.
Transitamos una época de cambios. Cambios exponenciales que alteran nuestra realidad constantemente y de diversas maneras.
Cuando parece que por fin nos acostumbramos a un estado de cosas, una serie de cambios tecnológicos, políticos y sociales irrumpe de manera fulminante para poner de cabeza aquellas ideas que recién acabábamos de captar y las categorías que tratábamos de asumir. Eso pasa cada vez con más frecuencia. Es sorprendente la velocidad, profundidad e intensidad con la que estos cambios despliegan su dinámica en nuestra vida cotidiana.
Para los que superan los 45 años es difícil reconocer el mundo que estudiamos en la escuela o en la universidad, repleto de categorías bipolares y cargado de verdades fijas y permanentes. Para los más jóvenes, sin embargo, el reto es aún mayor. Es difícil para ellos imaginar hacia dónde va el mundo que conocemos hoy.